IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Ser mujer en mi área de trabajo no ha detenido mi desarrollo profesional

La bióloga marina dominicana, Tasha Gough ha liderado, con el pasar de los años, proyectos en beneficio del ecosistema de manglares e islotes del país.

La fundación Verde Profundo fue creada en el año 2016 bajo el compromiso con la equidad socioeconómica y la administración ambiental responsable, con especial interés en la protección de los recursos marinos; quien preside esta fundación es Tasha Gough, bióloga marina, dominicana y amante de la conservación del medio ambiente.

Esta profesional creció cerca del mar, por lo que, con ella, también creció una gran pasión por la naturaleza, su padre, Mickey Gough, fue su gran influencia. Llegó al país en 1963 y ha sido testigo del deterioro ambiental, tanto terrestre como marino de la zona de Boca Chica y con estas vivencias creció el sueño de restaurar el ecosistema marino de esa zona a través de esfuerzos de conservación.

Gough ha liderado su fundación y ha sido ejemplo de un grupo de jóvenes, quienes la siguen y acompañan en diversas iniciativas como sembrar manglares y restaurar coralinas para recuperar la vida marina en Boca Chica.

Durante todos estos años de lucha y entrega con el medio ambiente también se ha abocado a la recolección de basura, principalmente plásticos en islote, en donde han recolectado más de 12 mil libras de basura.

Bajo la premisa de no esperar que un Gobierno lo resuelva todo, e incentivando a los ciudadanos a unirse a estas iniciativas, en donde, además dar a conocer las terribles consecuencias que enfrenta el ecosistema dominicano por una débil cultura de preservación, esta mujer bióloga asegura que todos en sus comunidades deben ser proactivos y comprometidos con la responsabilidad social.

 

 ¿Qué la llevó a fundar Verde Profundo? Cuéntenos sobre la historia de la fundación.           

Fundación Verde Profundo nace a partir de ver la degradación ambiental en los lugares donde he vivido, de niña crecí en distintas comunidades costeras como Sosúa, Cabarete y Boca Chica. Tuve la oportunidad de disfrutar de la belleza natural de las playas y ecosistemas marinos de estos lugares entre mi infancia y la adolescencia.

Con el pasar del tiempo mi familia y yo empezamos a notar que los arrecifes de coral donde nadábamos ya no eran tan coloridos y que habían mucho menos peces, también notamos que en los islotes de manglar como La Matica ya no veíamos langostas ni mantarrayas y que las playas desaparecían por la erosión. Podíamos ver los cambios pero no sabíamos qué estaba ocurriendo.

Por esta razón, en el 2002 nos acercamos al Acuario Nacional y a la organización Reef Check RD para aprender sobre los arrecifes de coral y otros ecosistemas marinos. Luego de estas experiencias estaba convencida de que quería estudiar biología marina para contribuir a las soluciones medioambientales de nuestro país, por lo que decidí ir a estudiar a México.

A mi regreso en el 2012 me encontré con la sorpresa de que ya no teníamos playa en Boca Chica. Por lo que, junto con mi padre empezamos a reunirnos con pescadores de la comunidad para socializar la idea de trabajar juntos para mejorar la calidad medioambiental e iniciamos pequeñas acciones que fueron creciendo, al punto que nos vimos en la necesidad de organizarnos como Fundación Verde Profundo en el 2016.

 

 ¿Por qué priorizan el trabajo con adolescentes como voluntarios?

Priorizamos trabajar con adolescentes porque ellos son los tomadores de decisiones del futuro, a través de ellos nuestras enseñanzas llegan a los adultos de sus hogares y escuelas, creando un impacto inmediato en su entorno.

Además, los adolescentes de hoy están sensibilizados a la crisis ambiental que les ha tocado vivir y desean ser parte de la solución.

 

¿Cuándo nace su vocación por la biología marina? ¿Siempre fue esa su inclinación?

Mi inclinación por cuidar la naturaleza se desarrolló desde muy pequeña, porque tuve el privilegio de jugar mucho al aire libre explorando lomas, nadando en el mar con mis hermanos y mi padre quien siempre nos inculcó amor y respeto por la naturaleza.

 

Como mujer dominicana, ¿qué ha sido lo más desafiante de su trabajo?

Lo más desafiante ha sido lidiar con la burocracia institucional. Afortunadamente, ser mujer en mi área de trabajo no ha detenido mi desarrollo profesional. Tuve la dicha de que mis padres nos educaron como seres humanos, sin prejuicios sexistas.

 

Usted trabaja principalmente en Boca Chica, ¿tiene planes de expandir el alcance de la labor de Verde Profundo a otras localidades?

Sí, nos interesa continuar expandiendo nuestro alcance a través de la colaboración con otras ONG´s y comunidades  a otras áreas que se puedan beneficiar de los aprendizajes que hemos ido adquiriendo en Boca Chica.

 

¿Cómo valora la presencia femenina en las ciencias? ¿Considera que hay suficientes oportunidades para las mujeres dentro de su área de desempeño?  

Las mujeres son excelentes científicas, ingenieras, médicas o matemáticas, y prueba de ello son los logros destacados que han alcanzado en el mundo de la tecnología y la ciencia a lo largo de la historia.

Sin embargo, las mujeres representan menos del 30 % de los investigadores en el mundo y solo 35 % de los estudiantes en campos relacionados con STEM (siglas en inglés para ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son mujeres.

A pesar de que las mujeres no gozan de las mismas oportunidades que los hombres para desarrollar una profesión científica y para progresar en ella, el panorama va cambiando poco a poco y se está reconociendo el importante papel de las mujeres científicas. 

Pienso que hay oportunidades para las mujeres en el área de la conservación, pero hace falta visualizar más la representación femenina para contrarrestar la brecha de género y motivar a las niñas desde temprana edad a acercarse a estas áreas. Además, las carreras STEM son una excelente opción para crear mujeres exitosas, seguras de sí mismas; y sobre todo creativas. 

El hecho de que cada vez las mujeres tienen más presencia en este ámbito me da esperanza de que ellas pueden ser el futuro de la transformación en la ciencia.

En nuestro país aún la oferta de la carrera de Biología Marina no existe y aunque tenemos muchas estudiantes, sobre todo en las UASD, no todas pueden realizar su especialidad en el exterior a pesar de tener la vocación para esto.

 

¿Cómo incentivar más la participación de las nuevas generaciones de mujeres en las ciencias y la investigación de los mares y océanos?

Las nuevas generaciones no tienen las barreras que las generaciones anteriores tenían. Las chicas de hoy  están rompiendo el techo de cristal. Y cada día tengo más voluntarias y colaboradoras mujeres que se apasionan por la conservación marina. Hay que mostrar mucho lo que hacemos, entrevistas como esta, redes sociales, eventos, visitas a colegios, exponerlas al mar y darles oportunidades.

 

Usted dirige Verde Profundo, ¿qué tipo de líder es usted?

Nunca he querido catalogar en estereotipos o patrones porque mi personalidad es muy espontánea y cada día me voy conociendo mejor. Te puedo decir dos cosas, me gusta el trabajo bien hecho con responsabilidad y no me gusta tener que hacer micromanagement.

 

¿Considera usted que el liderazgo femenino es transformador?

Si, las mujeres somos agentes de cambio y, por ende, tenemos un efecto transformador natural cuando estamos en posiciones de liderazgo.