En pleno siglo XXI todavía existen países que hablar de liderazgo femenino está prohibido

 Hay avances más significativos que se pueden detectar en el mundo laboral, sin embargo, la realidad y el principal obstáculo es que las estructuras jerárquicas de las organizaciones públicas y privadas se rigen por reglas masculinas y el prototipo de empleado ideal continúa siendo el varón

Fabiola Sánchez, inició su trayectoria periodística en el año 2000, como editora para la revista Alta Hotelería, A la Carta y el website www.hospitalitas.com. En el 2003 ingresó al prestigioso Grupo Reforma, donde está por cumplir 20 años como editora de Revistas de Negocios para versión impresa y digital.

Para Sánchez el liderazgo femenino se define como la participación de las mujeres en diferentes áreas en las que pueden ejercer una posición de poder y toma de decisiones, dirigen grupos de trabajo, llevan a cabo propuestas y estrategias que les permiten demostrar su liderazgo.

“El efecto transformador del liderazgo femenino radica en el hecho de que cada vez más mujeres puedan incursionar en áreas, sectores e industrias que por muchos años han sido reservadas para los hombres”, apunta la también autora del libro Educación financiera para todos y quien a través de la cuenta CuidaTuMoney® en redes sociales publica contenido sobre educación financiera para acercar, sobre todo, a las nuevas generaciones.

Lamenta que en pleno siglo XXI todavía existan países en los que hablar de liderazgo femenino está prohibido. “Sin embargo en otros países se han registrado avances significativos, sobre todo porque el liderazgo ejercido por mujeres dentro de una organización o empresa ha impactado de manera positiva gracias a sus habilidades para gestionar grupos de trabajo, mejorar las relaciones humanas de la empresa y crear un ambiente de trabajo más justo y equitativo para todos los colaboradores”, argumenta esta periodista originaria de la Ciudad de México y egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, de la carrera de Ciencias de la Comunicación, que además cuenta con una especialidad en Relaciones Públicas y Social Media por el Tecnológico de Monterrey.

Desde su punto de vista los avances más significativos del liderazgo femenino se pueden detectar en el mundo laboral, sin embargo, la realidad y el principal obstáculo es que las estructuras jerárquicas de las organizaciones públicas y privadas se rigen por reglas masculinas y el prototipo de empleado ideal continúa siendo el varón, y muchos de ellos no están dispuestos a reconocer las cualidades y habilidades de las mujeres, que en el caso de México es por machismo.

“México está entre los países con menor presencia de mujeres en consejos de administración, por debajo del promedio de los países miembro (28 por ciento) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Contar con mayor diversidad de talento en puestos de liderazgo encamina a condiciones laborales más equitativas, inclusión en la toma de decisiones que detonan mayor innovación y un mejor desempeño financiero de las empresas, destaca el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO)”, enfatiza Sánchez, citando el reporte de la OCDE.

Venciendo al COVID-19