El deber ser es abordar la especialidad desde el concepto de “calidad”
La tecnología, avances y desarrollo de nuevas técnicas han venido a revolucionar la capacidad del especialista en ortopedia de devolver la calidad de vida a sus pacientes.
La aplicación de la tecnología en todas las especialidades de la medicina está destinada a ayudar en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, el seguimiento del paciente, las operaciones quirúrgicas, la ejecución de planes terapéuticos y otros cuidados.
La ortopedia, entre muchas otras especialidades, ha cambiado con los avances y los médicos ortopedas también han transformado la perspectiva de abordaje a los pacientes y sus afecciones. Consultamos con el Dr. Luis Alcántara, Ortopeda Traumatólogo, especialista en reemplazo articular de caderas y rodillas, y nos relata que, desde su experiencia, han cambiado tres aspectos esenciales: “El primero sería la innovación en calidad de los materiales y tecnología de implantes. La especialidad en sus dos vertientes, Ortopedia y Traumatología, depende de materiales de síntesis y prótesis que continuamente son mejorados en base a aparición de nuevos elementos o de diseños optimizados en base a la recolección de data / resultados”.
Continúa: “El segundo sería el crecimiento en las capacidades y disponibilidad de formación / educación continua. El mantenerse al día en cuanto a técnicas y tecnología es vital y, una depende del flujo de estudios de resultados, y el otro de la accesibilidad a entrenamiento en tecnologías de avanzada cuando estas estén ya probadas”.
“Por último, la globalización de los medios de información, que es lo que hace posible intercambiar data y experiencias incluso ‘hands on’ con sociedades donde el ejercicio de la especialidad es el más avanzado y desde donde se van trazando las pautas. El deber ser en cuanto a cómo abordamos la especialidad se enfoca en el concepto de calidad. Tanto en los aspectos previamente listados como en el enfoque de manejo uno a uno con los pacientes, que es, sin duda alguna, la restauración de la Calidad de Vida”, concluye el especialista, fundador y 1er egresado del Posgrado de Ortopedia y Traumatología del Hospital Central de las Fuerzas Armadas.
¿Cuáles son las afecciones que más sufren los dominicanos en su especialidad y cómo los avances tecnológicos han ayudado en la recuperación de los pacientes?
Somos el país número uno en muertes por accidentes de tránsito. En este mismo sentido y a falta de estadísticas reales, pero en base a las cifras que se manejan en los centros de salud, las fracturas, tanto por esta razón como por causas tan diversas como los accidentes en ambientes laboral y doméstico, ocupan una gran parte del ejercicio. En segundo y tercer lugar están las lesiones resultantes de las prácticas deportivas, desde las escolares hasta las profesionales, visto que somos un país altamente dirigido al deporte, pero no en todos sus estratos se ejecutan con las seguridades debidas. Por último, las condiciones degenerativas. Las enfermedades degenerativas articulares características de una creciente población envejeciente sedentaria (vivimos más años y trabajamos más años después de lo que, en países desarrollados, sería la edad de retiro), consecuencia de condiciones autoinmunes como la artritis reumatoide o enfermedades como las necrosis vasculares secundarias a falcemia o al uso de medicamentos por otras condiciones.
Los avances en la calidad y tecnología aplicada desde las experiencias globales en los materiales e implantes nos llegan lentos, pero llegan, y esto, dentro del marco de nuestra muy compleja realidad, aporta a una más efectiva resolución de situaciones que demandan alta tecnología.
¿Cuáles son las últimas innovaciones incorporadas al centro?
Hemos apostado desde el inicio a mantener un ejercicio multidisciplinario especializado, o sea, cada uno de nosotros ejerce desde su área de expertise. No obstante, consistentemente nos vemos cruzando información y validando entre nosotros los casos de gran complejidad y esto permite tener siempre una segunda y tercera opinión (discusión de casos) “in house”. Igualmente manejamos un RME (récord médico electrónico) único, lo que facilita la gestión de información y asegura su disponibilidad general entre todos. El manejo de plataformas de imágenes diagnósticas por parte de proveedores externos de alto nivel igualmente facilita el ejercicio y la gestión para los pacientes se hace más eficiente. Lo propio sucede con el sistema de citas por horas que tiende a un cumplimiento por encima del 90 %, cosa que sabemos no es posible en centros de grandes volúmenes.
La ortopedia se plantea como una de las especialidades que impulsan al turismo de salud en el país. Coméntenos cuáles son las condiciones que favorecen esto.
Así es. Como miembro de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud estoy pendiente de los enormes progresos que, gracias tanto a la ADTS como al continuo apoyo desde el Estado, hemos llegado a un punto donde el 3 % de los turistas viene al país por bienestar y salud; ¡250,000 personas solo en el 2022!
Las condiciones ortopédicas que específicamente requieren del Reemplazo Articular será la punta de lanza en nuestra especialidad y nos preparamos para que los aspectos secundarios, logísticos, no médicos alrededor de estos procedimientos, sean los óptimos para insertarnos con más profundidad en el renglón.
¿De qué países provienen principalmente?
En mi experiencia personal, EEUU, Haití, Turcos y Caicos han manejado el mayor volumen.
Usted habla de “calidad de vida”, un concepto amplio. ¿Qué es calidad de vida desde el punto de vista de la salud y cómo la ortopedia puede ayudar a tenerla?
El concepto de bienestar personal derivado de sentirse satisfecho o no con las cosas que nos son individualmente importantes se traduce, en la Ortopedia e incluso la Traumatología, en cuánto somos capaces de movilizarnos y desplazarnos fisiológicamente sin estar atados a elementos asistenciales y/o medicamentos de uso crónico. Las enfermedades degenerativas articulares que por definición resultan en la progresiva destrucción de articulaciones son el mayor ejemplo. En la medida en que, por ejemplo y visto que son las de mayor incidencia, las caderas y rodillas pierden su función y causan dolor pues se pierde la independencia para transferirse (sentarse, pararse, etc.) o desplazarse entre puntos se convierte en una actividad asistida y dolorosa.
El reemplazo articular total cuya historia es relativamente corta (¡caderas desde hace apenas 80 años y rodillas cuya primera iteración ocurrió en 1968!) ha venido a revolucionar, con una altamente dinámica progresión científica tecnológica, nuestra capacidad de devolver esa calidad de vida a los pacientes.
¿Podemos decir que la incorporación de la tecnología en la ortopedia podría suponer una reducción en los precios de los tratamientos o por el contrario se hacen más costosos? ¿Cómo hacer que más dominicanos tengan acceso a tratamientos ortopédicos de última generación?
Quisiéramos pensar, pero esta no es la realidad en prácticamente ningún aspecto de la tecnología. Tener la última tecnología es una guerra de gestión de negocios como lo es en prácticamente todo. El mercado oferta-demanda es volátil, rápido y altamente competitivo mundialmente. Localmente, incluso, nos aventaja la lentitud; ¡increíblemente!
Se busca que el sistema de aseguramiento del riesgo que es lo que tenemos como sistema de seguros, abarque homogéneamente gestionar que los pacientes puedan recibir ‘la más alta calidad’ en los elementos tanto de implantes como de materiales de síntesis. El sesgo en el tema de Registros Sanitarios, las facilidades irrestrictas de importación y la falta absoluta de medición de resultados son factores clave.
Los expertos están constantemente desarrollando novedades tecnológicas, ¿cómo estar siempre al día y no quedarse atrás?
Educación continua desde las fuentes, acceso a información pertinente, científica y validada; acceso a implantes y materiales de síntesis de avanzadas generaciones y comprobada calidad (gestión local de Registros Sanitarios correcta)
Basado en su experiencia, ¿hacia dónde se dirige la ortopedia y el ejercicio de la misma de cara a los próximos años?
En la medida en que se optimicen las medidas sanitarias de importación y registro, en la medida en que sea razonable para empresas importar marcas de reconocida trayectoria e impronta internacional; en la medida en que las escuelas de formación de especialistas realmente provean una formación homogénea de alta calidad, y por último, el apego en el espectro global de esta y todas las especialidades: la medición de resultados para la toma de decisiones ante la premisa de que… “lo que no se mide, no se mejora”.