IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Con la producción de BIOMASA. República Dominicana posee una fuente potencial de energía renovable.

Actualmente se gesta en República Dominicana una fuente de energía renovable que potencialmente permitiría reducir la dependencia del país de los combustibles fósiles, la biomasa. Originada a partir de la materia orgánica formada por vía biológica, representa un potencial ahorro con respecto a los combustibles fósiles y un estímulo para mejorar la rotación del suelo y generar plantaciones forestales responsables.

Las fincas energéticas de biomasa, como la que lleva adelante Dominican Energy Crops en la recientemente denominada “capital energética de República Dominicana”, San Pedro de Macorís, representa un modelo de operación en el que se hace tangible la potencialidad del país en desarrollar un modelo sostenible para la generación de esta, en buena medida, debido al manejo de los costos de producción, la productividad en el uso de la tierra y la posibilidad de producir biomasa de alta calidad y poder calorífico con una visión ambientalmente sostenible.

Dominican Energy Crops “es una empresa dedicada al desarrollo y a la administración de fincas energéticas en la República Dominicana con el propósito de asegurarle a sus clientes un abastecimiento constante, confiable y sostenible de biomasa de calidad, a través del manejo integral y sustentable del proceso de producción, logrando un ciclo permanente de siembra y cosecha realizados sobre la base de planes de manejo forestal y en cumplimiento con toda la normativa vigente” afirmó George A. Nader, presidente de la empresa.

La biomasa puede reemplazar productos derivados del petróleo para la generación de energía eléctrica y térmica en situaciones específicas. De igual forma, y en contraste con los biolíquidos que han incrementado su popularidad en Latinoamérica, la biomasa sólida tiene como principal ventaja la mitigación del cambio climático mediante el ahorro de emisiones. Países como México, Uruguay y particularmente Chile son ejemplos regionales, siendo este último un país donde se abrió un nicho para las empresas forestales, ya que lograron el desarrollo de fincas de energía en base a biomasa con el objetivo de vender a su sistema eléctrico interconectado.

Recientemente, el congreso de los Estados Unidos, planteó una ley que coloca a la biomasa en la misma categoría que otras fuentes de energía renovables y reconoce con ello la importancia de promoverla como parte de la estrategia en contra del calentamiento global y los gases de efecto invernadero. De hecho, un estudio realizado por la universidad de Illinois, concluyó, que la electricidad derivada de biomasa es hasta un 85% menos intensiva en carbono que aquella producida a partir de carbón.

La creciente sensibilidad de gobiernos, empresas y ciudadanos sobre la promoción de la denominada “Energía Verde”, ha permitido establecer mecanismos de cooperación entre los diversos sectores para un trabajo adecuado a favor de las energías limpias y renovables. República Dominicana tiene el potencial de incrementar la actividad de agricultura local, fomentar mejores ingresos con recursos naturales propios en las comunidades rurales, y además, permitir el mantenimiento del paisaje boscoso del país a través de la gestión sostenible de su territorio al fomentar el uso de biomasa como combustible, colocándose así, junto a los esfuerzos en energía eólica y solar, a la vanguardia de la nueva matriz energética mundial.