Aproximadamente un millón de nuevos casos han llegado a las cortes de inmigración estadounidenses durante los primeros cinco meses del año fiscal 2024, lo que ha aumentado el atolladero a cerca de 3,5 millones de expedientes que esperan una decisión, de acuerdo con un análisis revelado por la Universidad de Syracuse en fecha reciente.

En los primeros cinco meses del año fiscal 2024, que comenzó el 1 de octubre de 2023, los tribunales de inmigración recibieron 993.966 nuevos procesos y en ese mismo periodo los jueces de inmigración apenas lograron completar 355.372 casos, puntualizó el Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), de la universidad neoyorquina que lleva el conteo desde 2008.

Al finalizar febrero de 2024 los tribunales de inmigración tenían 3.438.990 casos pendientes por resolución, lo que indica un nuevo récord histórico en el atasco judicial.

La cifra ascendió casi en 400.000 casos desde noviembre de 2023 cuando se sobrepasaron los tres millones de procesos. La acumulación de casos se ha incrementado en casi un millón y medio en los últimos 15 meses; para noviembre de 2022 el atraso estaba cerca de los dos millones de expedientes.

El condado de Miami-Dade en Florida actualmente tiene la mayor cantidad de inmigrantes con casos de deportación pendientes ante la corte de inmigración, según halló el estudio.

El TRAC ha señalado que los 682 jueces de inmigración actualmente en función están abrumados con un promedio de 4.500 casos pendientes. El número de magistrados de inmigración casi se ha duplicado desde el año fiscal 2017 cuando había 338 jueces en función.

Tanto la Administración de Donald Trump como la de Joe Biden han impulsado el nombramiento de más jueces de inmigración y presionado por procesos acelerados pero esto no ha sido suficiente.

Un análisis detallado del TRAC de los registros judiciales caso por caso reveló que a finales de septiembre de 2016, el último año fiscal del Gobierno de Barack Obama, el retraso en las cortes de inmigración ascendía a 516.031 expedientes.

Pero el crecimiento de los procesos pendientes se aceleró durante los años de Donald Trump. En comparación con septiembre de 2016, el retraso creció dos veces y media en septiembre de 2020, hacia el final del gobierno republicano cuando el número de jueces era de 484 y el promedio de casos pendientes era de alrededor de 2.600 por juez. A finales de 2023 los jueces tenían un promedio de expedientes de 4.500 migrantes.