La transformación digital es un reto a nivel de estrategia
Para Cristian Murillo, el cambio debe ser liderado a través de pensamientos disruptivos con capacidad de integrar diferentes maneras de pensar y actuar.
Durante los últimos 10 años, Cristian Murillo se ha convertido en uno de los referentes internacionales cuando de INDUSTRIA LEAN MANUFACTURING se refiere. Ha logrado llegar a más de 17 países y 2 continentes con su visión de construir mejores industrias a través de las personas haciendo las cosas una vez y bien hechas.
Para este ingeniero Industrial con especialización en Gestión Tecnológica de Operaciones, Master en Gerencia de Proyectos, especialista en Lean Manufacturing - Six Sigma, “los líderes de la transformación digital y la industria 4.0 deben ser antes que nada agentes inspiradores, gestores del cambio a través de acciones disruptivas, incluyentes y especialmente pensando en que hay un cliente interno y externo que espera estar totalmente satisfecho y no parcialmente satisfecho”.
A sus 43 años de edad y con 22 años de experiencia laboral, ha trabajado para industrias textiles, metalmecánicas, químicas-farmacéuticas, papel y cartón. Afirma que lo primero que se debe entender es que el ser humano es el principal impulsor de cualquier tecnología, “Fue, es y será el motor de la industria”.
Según Murillo, el reto de todo líder es cómo buscar una excelencia operacional a través de las ayudas que ofrece la tecnología, el poder tomar mejor y más rápidas acciones gracias a la oportunidad que hoy brinda la industria 4.0, el internet de las cosas, la big data, la ingeniería analítica, la robótica y la inteligencia artificial. “Todo lo anterior, más otras cosas, nos coloca en un punto de la industria donde encontrar la mejor versión ya no es un sueño o deseo lejano, hoy es una posibilidad que está a la vuelta de nuestra convicción, disciplina y pasión por lo que hacemos”, señala.
¿Cuál es la relevancia del equipo humano en la era digital?
La relevancia es total. No hay límites para mentes que sueñan y hacen posible lo que para muchos no lo es. El poder contar con información en tiempo real, para toma de decisiones en tiempo real, que permitan crear valor para otras personas generando así indicadores colaborativos, nos ayuda a crecer como equipo. La era digital nos ha permitido conectarnos y desconectarnos con una velocidad nunca vista, nos permite sentir emociones diferentes, ser más sociables, creativos.
Recordemos también que gracias a lo anterior hemos podido mejorar procesos de producción, ventas y capacitación, organizar de una mejor manera la estandarización en procesos, etc.
No hay proceso que no sea activado por el ser humano, por ende, no existirá el resultado esperado en una era donde la información y el pensamiento ágil debe llegar de una mente capacitada, empoderada y convencida de lo que esta haciendo.
¿La transformación digital de una compañía implica también una transformación de la cultura empresarial?
Claro que sí, las compañías deben asumir esta transformación enfocados en gestar primero una adaptación a un nuevo modelo y segundo deben ser lideradas a través de pensamientos disruptivos con capacidad de integrar diferentes maneras de pensar y actuar. La transformación digital es un reto a nivel de estrategia, un reto en el que la cultura desempeña un rol fundamental y se activa un componente muy poderoso como lo es la confianza, un ingrediente que entra a determinar cómo cada miembro del equipo aporta con información clara y efectiva.
La Cultura empresarial que está en construcción en esta cuarta revolución industrial tiene varios matices muy importantes, mismos que deben ser permeados en toda la organización desde la parte más alta de la misma, si quienes desean un cambio no lo profesan con acciones, solo tendrán un deseo sin ejecución. ¿Cómo se beneficia la industria y la economía con estos cambios en la cultura organizacional a través de la transformación digital?:
- Acelera la productividad
- Mejora la comunicación
- Facilita la colaboración
- Desarrolla la Creatividad
- Expande el conocimiento
- Fortalece la confianza
- Desaparece paradigmas
¿Cómo un mal liderazgo o un buen liderazgo puede influir en el proceso de transformación digital de una empresa?
El liderazgo es un componente fundamental a la hora de gestar nuevos desafíos. Un liderazgo impositivo como método de cambio trae un resultado sostenible. Es por ello por lo que los modelos de liderazgo hoy, más que nunca, deben ser amparados en la inspiración, en el ejemplo y, si me lo permite, en mayor humildad.
La transformación digital, la información, hoy más que nunca están abiertos para todo el mundo, hay una proliferación de talentos ocultos que comienzan a ser visibles dentro de las organizaciones y un buen líder debe tener esa visión clara y oportuna para tomar lo mejor de cada una de estas personas y potencializar la mejor versión de cada uno de ellos.
Un mal liderazgo puede hacer que el progreso humano, tecnológico, organizacional, no solo se vea frenado, también que involucione de tal manera que vuelva a estados donde el desarrollo sostenible de la organización se vea seriamente afectado. Por el contrario, un liderazgo inspirador, logra que las personas salgan de esa zona donde la monotonía no les da ni confort, ni oportunidades, ni los reta a ser mejores. Un Liderazgo integrador los impulsa a pensar todos los días cómo a partir de estas nuevas herramientas tecnológicas se puede potencializar los resultados de una manera más simple y participativa.
¿Es imprescindible el enfoque holístico del negocio en la era digital?
Sí, recordemos que el enfoque holistico se suele aplicar con mucho énfasis en temas direccionados a la planeación, concensos , paradigmas, enfoques, conceptos o programas que nos ayudarán a dar significado a la utilización de una visión integral y completa en los análisis que hacemos de las realidades diarias.
La visión holística de la transformación digital les provee a las organizaciones adquirir mejores competencias que son necesarias para la consecucion de esos nuevos objetivos. Recordemos que la acelereación tecnológica y la tecnología disruptiva desafían el status de los modelos tradicionales del negocio.
Esto ayuda, sin lugar a dudas, a reaccionar con muchísima más rápidez a los cambios que presenta el entorno cliente – proveedor, proveedor – cliente.
Para que el enfoque holístico sea exitoso, necesitamos un liderazgo inspirador que invite a la transformación y la inclusión de pensamientos.
Su filosofía Lean Power Management está cimentada en la revolución de los procesos y las personas, ¿cuáles son las bases para ese cambio profundo en una empresa o industria?
Integrar de manera correcta y asertiva personas + procesos + tecnologías, en ese orden, es el primer impulsor para que la filosofía Lean Power Management tenga éxito dentro de las organizaciones. Hacer las cosas una vez y bien hechas, es nuestro objetivo principal como gestores de transformación organizacional. El 61 % de los reprocesos diarios vienen desde la inconciencia operacional, o sea, la persona no los relaciona con algo que está “mal hecho” o con algo que no debe hacer de esa manera por que le está consumiendo más tiempo, más esfuerzo, y le está robando la capacidad de ser más productivo y eficiente en menos tiempo. Muchas veces nos interesamos más en repotenciar una máquina que en repotenciar una persona, muchas veces esa máquina no necesitaba más que un mejor entrenamiento al ser humano que es quien le da vida a la máquina. Cuando en Lean Power Management hablamos de “la revolución de los procesos” lo hablamos desde la óptica de las 6 esferas LPM, las cuales recogen lo mejor de la industria LEAN al servicio de la excelencia operacional, estas esferas son:
- Orden
- Organización
- Limpieza
- Procesos simples
- Procesos lineales
- Procesos cortos
Cuando empezamos a trabajar activando estas 6 esferas en un orden sistemático, las personas toman un protagonismo que los empodera por convicción y no por imposición. De esta manera los mismos procesos mejorados comienzan a desaparecer todo aquello que no les genera valor y que permanecen ocultos afectando las eficiencias de la gestión diaria.
¿Cómo su experiencia dentro las industrias le ayudó en el desarrollo de la filosofía Lean Power Management?
Fue definitiva, Lean Power Management nace en un momento profesional de mi vida, donde la excelencia operacional era un factor determinante en los resultados que debía entregar a la compañía de aquel momento. Fue así donde me di cuenta que integrando lo mejor de las tecnologías facilitaba el hacer del ser humano, con un estudio a nivel de procesos muy simple, se convertía en una fórmula absolutamente ganadora. Esas experiencias vividas con personas maravillosas me impulsaron y me motivaron a estudiar nuevos modelos productivos, nuevas formas de lograr excelencia operacional, fue así también como nace el modelo de excelencia operacional DICAR, disciplina, inspiración, convicción, agradecimiento y resiliencia. Un modelo que hoy está en 7 países y en más de 21 compañías medianas y grandes con excelentes resultados.
El poder vivir activamente las restricciones que presenta el hacer en diferentes rubros de la industria en mis años de carrera profesional, me ha permitido generar nuevos métodos, modelos, formas, sistemas y hábitos que comparto con quienes me siguen y me entregan la responsabilidad de transformar sus organizaciones.
Hay algo que me ha dado la experiencia y es definitivamente “hacer simple lo complejo “, trabajar por construir pequeñas victorias todos los días, escuchar al que vive la restricción.
El más grande de los aprendizajes que me ha dado la experiencia es no escuchar nunca a quien me dice “NO SE PUEDE” aprendí que quien me dice esas palabras habla desde su propia incapacidad de hacer que las cosas pasen, no desde mi capacidad y mi pasión por hacerlas posibles.
Usted, como CEO de su organización, ¿qué tipo de líder es?
Estoy convencido que todos los días me levanto para inspirar con mi ejemplo a quienes me rodean, soy una persona que impulsa la participación, opinión y los lleva a encontrar su mejor versión todos los días. Soy un líder que los motiva a pensar y hacer diferente, les doy toda la confianza para que se atrevan hacer cosas corriendo el riesgo de equivocarnos, pero también los motivo a que siempre gestemos reflexiones sobre lo que logramos o nos falta por lograr. Soy un líder incluyente, que valora la diversidad de pensamiento, que potencia las ideas locas, que no minimiza a nadie por su nivel académico o condición social, en mis equipos de trabajo tengo seres humanos de todo tipo, todos y cada uno de ellos desde su esencia son brillantes, han aprendido a encontrar su mejor versión desde el Hacer, desde la oportunidad que nos brinda la disrupción, la tecnología, el poder de lo simple, el aprender agradecer, el pensar siempre que al otro le debe ir bien y así a mí me ira
mejor. Soy un Líder que, si tiene que entregar en un momento determinado el liderazgo a otra persona que lo puede hacer mejor que yo, lo hago y me convierto en su seguidor.
Soy una persona que profesa el liderazgo con sentido social, con unión de voluntades, donde conjugamos la experiencia y el atrevernos a construir nuevas maneras de llegar al resultado respetando y cuidando los valores.
No me gusta el todo vale, no me gusta pasar por encima de nadie, no me gusta que los objetivos se logren de cualquier manera.
Soy un Líder disciplinado, profundamente apasionado por los números, por las cosas que hago, por mis ideales y por dejar un legado que construya mejores personas e industrias para todos.
¿Alguna vez pensó que llegaría a donde se encuentra hoy? ¿Cuáles han sido las claves de su carrera profesional?
La verdad pensé que lograría muchas cosas importantes, pero no tan rápido, El libro fue un éxito, los 7 premios internacionales en los últimos 5 años han sido impulsores tan grandes que me han llevado a crecer la filosofía Lean Power Management de manera acelerada, pero con un orden sistemático y con una visión mucho más sólida.
Tener más de 676 personas formadas en pandemia en 14 países de manera virtual fue una de las cosas más importantes en este camino donde visiono que todas las organizaciones en el mundo tengan personas formadas en esta filosofía que integra lo mejor de la industrial LEAN y la excelencia operacional cuantitativa.
Las claves en mi carrera han sido la Disciplina, la pasión, el escuchar siempre a las personas, el amar desde lo más profundo de mi ser la industria, el siempre buscar la excelencia, siempre cuestionar los números, siempre cuestionar como podemos hacerlo mejor, siempre, siempre agradecer por todo lo que me sucede, no importa lo que sea, bueno, no tan bueno, siempre agradecer por eso, porque aprendo.
MI MAYOR motor es DIOS, siempre le encomiendo mis días, mis acciones, le pido sabiduría y entendimiento para que todo lo que esté por hacer llegue de manera correcta a las personas. Mi familia es la base fundamental de mi vida. El éxito no es una vía recta, tampoco es una vía pavimentada, el éxito se construye piedrita por piedrita de manera ordenada y organizada, cada paso dado nos debe mostrar, según nuestros objetivos, dónde irá la próxima piedrita.
Lean Power Management hoy se encuentra en un lugar muy especial y valorado en la industria, gracias a todas las personas y empresas que han confiado su transformación y crecimiento en lo que profesamos a través de nuestra visión.