Pacari, compromiso con la conservación y el desarrollo

Santiago Peralta y Carla Barbotó han revolucionado la industria del chocolate, no solo en latinoamérica sino en el mundo.

En 2006 fundaron Pacari y, tras dos casi décadas de historia transformando la forma de consumir y entender el chocolate, hoy Pacari vende tres millones de barras al año en 43 países y está en las vitrinas de las mejores tiendas del mundo: el Corte Inglés español, la londinense Fortnum & Mason y en los asientos de la primera clase de Emirates Airlines. Su fábrica emplea a más de 80 trabajadores, la mayoría son mujeres, y 3.500 familias de agricultores viven de la siembra y venta del cacao que utiliza Pacari, lo que equivale a más o menos el 4 % del total de familias cacaoteras del país. 

Una barra elaborada con cacao de distintas partes de Ecuador, llamada Esmeraldas, fue el primer galardón internacional.

Sin duda, una historia de éxito y crecimiento, de aporte al desarrollo económico del Ecuador y al crecimiento de la industria chocolatera en la región. 

Pacari, en estos momentos post pandemia, es más que una barra de chocolate de excelente calidad. Es un ejemplo  de buenas prácticas, de empuje y equidad, de sostenibilidad y compromiso, todos términos imprescindibles para lograr la reactivación económica de los países.

Para Santiago Peralta, co-fundador de Pacari,  “el chocolate es una forma de hacer justicia. Lo veo como una reivindicación cultural y gastronómica que está ayudando a miles de familias a surgir y a vivir mejor. También lo veo como un mensaje con contenido emocional y afectivo; como una epístola y una carta de paz; como una revolución; como una postura política y filosófica, y como la bandera de nuestro país Ecuador, que es parte de su historia, pero también de su futuro”.

 

¿Por qué Pacari es un chocolate de calidad? ¿Qué lo diferencia?

Pacari significa “naturaleza” en Quechua. Este nombre lo elegimos para evocar todo lo que representa nuestra marca: los mejores productos de la tierra, 100% orgánicos y naturales. Cada barra de chocolate es el resultado de un proceso humano, que inicia con la relación sostenible con nuestros agricultores y la cultura ancestral del chocolate. Cada producto es tan único como su pepa de cacao, logrando generar sabores irrepetibles en cada barra, a los que agregamos ingredientes innovadores y propios de Ecuador y América Latina. Pacari garantiza la salud de la tierra y de quienes consumen nuestros productos, puesto que están libres de soya, lácteos, gluten, químicos y transgénicos.  Además, nuestro modelo de negocio tiene como uno de sus principios fundamentales poner al productor primero y generar valor agregado a toda la cadena productiva.

 

Hoy Pacari vende tres millones de barras al año en 43 países, ¿Cómo fueron esos comienzos? ¿Cuáles fueron los grandes desafíos a vencer?

Pacari es una empresa familiar, que creamos junto a mi esposa, Carla Barboto, en 2002, con el objetivo de cambiar la historia del chocolate en Ecuador, poniéndolo en el mapa mundial de los productores de chocolate de alta calidad, y no sólo como productores de cacao fino de aroma. Pasaron 6 años hasta que comenzamos a exportar las barras de chocolate, dando impulso a un negocio que revolucionó la industria, no sólo en Ecuador, sino en toda la región. Hemos enfrentado muchos desafíos, abordándolos como oportunidades, pero me enfocaré en dos que considero son los más cruciales. El primero fue cruzar nuestras fronteras y lograr que el mundo acepte el chocolate latinoamericano, en una industria muy exigente que tradicionalmente había sido exclusivamente europea. Nuestros reconocimientos han demostrado que no sólo tenemos la mejor materia prima, sino además una creatividad de talla internacional para crear productos y sabores únicos. Curiosamente, el segundo desafío, ha sido lograr aceptación en nuestra propia casa. Familiarizar a los consumidores de Ecuador y América Latina con un producto local, diferente a lo que convencionalmente han consumido como chocolate ha sido un reto y una labor de todos los días. Sin embargo, ahora vemos que la preferencia hacia nuestro producto está creciendo, sobre todo entre las personas más exigentes, conscientes y saludables, pero aún nos queda mucho camino por recorrer.

 

¿Cómo llegaron a ser considerados el mejor chocolate del mundo?

La calidad de Pacari se explica con nuestro modelo, al que llamamos “del árbol a la barra”; esto quiere decir que cuidamos la calidad de nuestro chocolate desde la semilla hasta el empaque del producto final. Desde el inicio cultivamos una relación personal cercana y directa con los productores locales, quienes más que proveedores son nuestros grandes amigos. Iniciamos con 20 de ellos y para el 2014 ya habíamos alcanzado un total de aliados cercano a los 20 mil. Actualmente, son más de 4.000 familias de agricultores con las que trabajamos en Pacari y entre ellas no solo están los que se dedican al cultivo de cacao, sino que además están quienes proveen los demás ingredientes para de nuestros productos. Todos ellos garantizan la altísima calidad del cacao de nuestras barras, el cual se procesa y se materializa en un  “chocolate con imaginación”, de ahí que realizamos un trabajo constante para generar sabores inéditos, empleando una gama de ingredientes como frutos y especies ancestrales de la región; tal es el caso de la conocida hierba luisa, el mortiño, las uvillas, la sal de Cuzco, el merkén chileno, tostado y yuca, impulsando de esta manera la reivindicación de la región, al rescatar sabores ancestrales latinoamericanos para incluirlos en nuestros chocolates.

 

¿Qué significa Chocolates Pacari para la economía ecuatoriana?  

Pacari se ha convertido en una marca con reconocimiento internacional en las esferas más exigentes de la industria del chocolate fino, con más de 300 importantes reconocimientos que han posicionado a nuestros productos en niveles que antes solo eran ocupados por los chocolateros europeos de Suiza, Italia o Bélgica. Estos galardones constituyen un triunfo no solo para Pacari, sino para el país, pues Ecuador históricamente ha sido reconocido por la calidad de su cacao, pero no había logrado producir un chocolate con igual prestigio. Hoy por hoy, seguimos trabajando para que Pacari sea una marca nacional reconocida por su altísima calidad en el panorama mundial. 

 

Coméntenos sobre su filosofía empresarial

Para nosotros, la sostenibilidad es una parte fundamental, un pilar en el que inició la empresa, y por lo tanto es parte de nuestro ADN. La sostenibilidad la entendemos como una hoja de ruta que beneficia a toda la cadena de valor, por eso decidimos pagar un precio ‘premium’ a los agricultores para que ellos trabajen con las mejores prácticas que aseguren la calidad del cacao y también puedan cuidar su entorno, y previniendo que se impulsen otro tipo de cultivos que pueden ser más invasivos con la naturaleza y el medio ambiente, una prueba de ello, son las  certificaciones orgánicas, biodinámicas y de comercio justo con las que contamos en Pacari. Además, impulsamos varios proyectos, uno de ellos es la iniciativa de agroturismo en la Amazonía, donde ayudamos a que las comunidades puedan fomentar y tener su negocio de turismo y percibir un ingreso adicional a la venta del cacao. Asimismo, trabajamos en un proyecto para fomentar el uso de linternas solares y reducir la utilización de baterías, que contaminan el ambiente. Nuestra idea es estar muy de cerca de los agricultores, poder observar y generar cambios positivos. 

 

¿Cómo afectó la pandemia la industria del chocolate? ¿Qué perspectivas ve de recuperación?

La industria del chocolate fue una de las menos afectadas, de hecho. Según un estudio de la empresa Gelt, el consumo de chocolate aumentó en un 79,04% durante estas fechas. En Alemania, los productos orgánicos han subido en un 20% y estamos hablando de una industria que era madura; se suponía que habría un crecimiento del 2% y en un año creció 20%. Las personas ahora se preocupan más por la salud, el ejercicio, la comida saludable, y el chocolate orgánico y oscuro está en ese camino, gracias a sus propiedades beneficiosas para la salud y antidepresivas. Así que durante este periodo hemos experimentado un crecimiento muy importante en los mercados en los que ya estábamos. Adicionalmente, gracias a la tecnología podemos estar más cerca de las personas, brindando nuestro producto para entregarles más felicidad. No obstante, el futuro sigue siendo muy incierto, pero somos optimistas y creemos que, como emprendedores, debemos renovarnos constantemente.

 

En esta época post pandemia, los países requieren del compromiso de todos los actores. ¿Cuál es el aporte de una empresa como Chocolates Pacari en la reactivación económica de Ecuador?

Actualmente, en Pacari trabajamos con más de 4.000 familias de agricultores, que no solo se dedican al cultivo de cacao, sino que además proveen los demás ingredientes para nuestros productos. La materia prima con la que elaboramos nuestras barras de chocolate viene de las zonas tropicales del Ecuador en la Costa y la Amazonía ecuatorianas. En un esfuerzo por promover el uso de la agricultura sostenible y orgánica, en Pacari solo utilizamos productos provenientes de fincas 100% orgánicas. Creemos que nuestro aporte ha sido muy importante porque siempre tenemos gente que nos quiere vender su cacao y vemos que los agricultores se sienten más empoderados, más orgullosos de su trabajo y del resultado final que hemos tenido como ecuatorianos y latinoamericanos, dándole valor agregado a la materia prima que tenemos en nuestro país.

 

¿Hacia dónde apunta Pacari en la era post pandemia?

Nuestras proyecciones a corto plazo son seguir desarrollando productos de forma consciente, humana y de mucha calidad, además de crecer en los más de 40 mercados en los que estamos presentes. A largo plazo, nuestra meta es convertirnos en un referente importante en la industria chocolatera y una empresa líder en consciencia orgánica y sostenibilidad. Buscamos que Pacari se transforme en una marca fuerte, que transmita conciencia ambiental, que fomente el consumo responsable e inspire a las futuras generaciones de todo el mundo, para generar un verdadero cambio. No solo queremos ser el mejor chocolate del mundo, sino el mejor chocolate para el mundo. Trabajamos por democratizar el acceso a una barra de chocolate fina y orgánica y por eso soñamos con que todos tengan acceso a un producto de alto nivel, y eso lo estamos logrando al hacernos cada vez más populares en Ecuador, Bolivia, Paraguay, México, Panamá, Perú y Chile.

Nuestro éxito ha recorrido todo el mundo y todavía tenemos mucho por demostrar.